Sangrado de implantación: ¿cómo diferenciarlo?

Cuando acudes a una clínica de reproducción asistida para ayudarte a conseguir lo que llevas meses, o incluso años buscado, son muchos los conceptos que se incorporarán por primera vez a tu vocabulario. Por eso, desde URE Centro Gutenberg queremos ayudarte a entender esos términos que probablemente no te suenen, o que te suenen algo pero no tengas del todo claros.

Una vez hecho el diagnóstico en tu primera consulta de fertilidad con nosotros, con todas las pruebas básicas que solicitamos para el estudio de la infertilidad, el médico te indicará qué tratamiento o técnica de reproducción asistida es el más indicado para cada caso. Esto generalmente puede ser una inseminación artificial (IA) o una fecundación in vitro (FIV).

La primera fase de un tratamiento de reproducción asistida normalmente comienza con una estimulación ovárica, que suele ser leve para la inseminación artificial y un poco más fuerte para la fecundación in vitro. Lo ideal en una FIV es poder recuperar entre 12 y 15 ovocitos en la punción ovárica, que posteriormente serán inseminados en el laboratorio (generalmente mediante ICSI).

Después de unos días de desarrollo llegará uno de los momentos más importantes del tratamiento: la transferencia embrionaria. Ésta normalmente se realiza al quinto día de desarrollo embrionario, en la etapa de blastocisto, y consiste en depositar el mejor embrión seleccionado por nuestros embriólogos en la cavidad uterina. En caso de que sea posible, congelaremos los embriones viables sobrantes.

¿Qué es la implantación embrionaria?

La implantación embrionaria es el proceso biológico molecular mediante el cual un embrión se adhiere e invade el endometrio, que es el tejido que recubre cavidad uterina de la mujer.

Una vez que esto se produce, es allí donde se desarrollará normalmente durante los nueve meses de embarazo. Para que esto se produzca debe existir una comunicación coordinada entre un embrión competente y un endometrio receptivo a la implantación.

¿Cuándo ocurre la implantación embrionaria?

Una vez fecundado el óvulo por el espermatozoide en el tercio externo de la trompa de Falopio, este embrión inicial comienza un proceso de división celular y de transporte por la trompa hacia la cavidad uterina, sitio al que llega al tercer o cuarto día de desarrollo.

La implantación embrionaria empieza a los seis días de este desarrollo, y termina en el día trece aproximadamente. El momento exacto en el que se debe o puede comenzar este proceso se denomina “ventana de implantación”, y comienza entre el quinto y el séptimo día después de la ovulación.

Es decir, en una inseminación artificial la implantación comienza aproximadamente a los 7 días desde la inseminación intrauterina. Por su parte, en el caso de una fecundación in vitro es a los 7 días después de la punción ovárica, o al día siguiente de la transferencia embrionaria (si se transfirió el embrión en un día 5 de desarrollo).

¿Qué es el sangrado de implantación?

Teniendo en cuenta todo lo anterior, llamamos sangrado de implantación al ligero sangrado que puede ocurrir unos días después de la implantación de embrión. Esto ocurre aproximadamente en tres de cada diez mujeres.

Este sangrado de implantación tiene una explicación, y es que para que el embrión pueda seguir su desarrollo necesita empezar a recibir nutrientes del cuerpo de su mamá. Para ello el embrión tiene que comunicarse con el endometrio materno, y al realizarse esta comunicación pueden romperse ciertos vasos sanguíneos del endometrio. El proceso provoca que en su lugar se formen unos nuevos, que permitirán al embrión obtener todo lo que necesita para su desarrollo inicial. Y esto es lo que puede generar eso que llamamos sangrado de implantación.

Como decíamos antes, este sangrado vaginal no ocurre siempre. Ni tampoco se da de la misma forma en todos los casos. En algunas mujeres puede ser imperceptible, y en otros casos podría parecerse a una regla. Lo importante es saber diferenciarlo para evitar sustos.

¿Cómo diferenciar el sangrado de implantación de la menstruación?

Diferenciar lo que es un sangrado de implantación de una regla es importante porque cuando ocurre suele causar preocupación innecesaria a las futuras mamás.

Por eso debes saber que este sangrado suele ser de menor intensidad que el de una regla. Generalmente es de color marrón o rosáceo, y su duración no sigue ningún patrón: puede ser sólo una vez, o durar varias horas. En ocasiones puede prolongarse durante varios días como un manchado leve e intermitente, sin llegar a ser regla.

¿Qué debes hacer si tienes un sangrado de implantación?

En caso de que haya sangrado, desde URE Centro Gutenberg siempre recomendamos ponerse en contacto con nuestro equipo médico para que podamos ayudarte a diferenciar la causa del mismo, así como indicarte la conducta más adecuada en cada caso.

Como has podido leer no se trata de un tema preocupante, pero conviene tenerlo claro y entendemos que muchas futuras mamás se preocupen cuando les ocurre. Por eso, no dudes en contactarnos si se te presenta esta situación, ya que haremos todo lo posible por ayudarte.

Desde este blog compartimos contigo las últimas noticias de nuestra Unidad, consejos, recomendaciones e ideas en torno a la fertilidad.

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