Nos cuentan su historia Leticia y Alba «Yo quiero, yo puedo, yo merezco»

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Se acerca el Día de la Madre y en URE Centro Gutenberg nos gusta celebrarlo de la mejor forma que sabemos, para que tú, que estás soñándolo y luchándolo, puedas verte reflejada y decir «YO PUEDO, YO QUIERO, YO MEREZCO».

Muchísimas gracias Leticia y Alba, mamá y mami, un orgullo poder contar en nuestra sección de testimonios reales, una historia tan motivadora, luchadora, y genial como esta, ¡y pandemia mundial de por medio!

¡Aquí tenéis vuestra historia!

Somos Leticia y Alba y este es nuestro testimonio, que no es más que afrontar miles de emociones recorriendo por nuestro cuerpo al recordar tantas cosas bonitas. Aunque algunas no tantas, siempre se supera todo, con optimismo y ganas.

Lo mejor es empezar desde el principio.

La Endometriosis

Nuestra historia comienza en el año 2014. Tras un largo verano de incertidumbre y miedos, empezó nuestra historia de amor. Desde el principio teníamos claro que queríamos ser mamás, pese a nuestra juventud. Nuestra cabeza viajaba en el tiempo pensado en una vida donde la plenitud la llenara un pequeñín, pero obviamente había que esperar.

Ese mismo año, y por eso quiero empezar desde el principio, me salió un bultito muy doloroso en la ingle. Tras ir a varios ginecólogos, el diagnóstico no fue claro, sólo sabíamos que no era malo y lo dejamos pasar.  

Tres años después, el dolor se volvió insoportable y tuve que ponerme en manos de cirujanos, al extraerlo vieron que era endometriosis (Descubre que es la endometriosis). Ahí nos entró mucho miedo pues siempre habíamos escuchado que te imposibilita, o, al menos te resta posibilidades para poder ser mamá.

Entonces fuimos al médico de cabecera y le expusimos nuestro problema, queríamos ser mamás sabiendo que habría pocas probabilidades. El doctor me descartó inmediatamente de todos los tratamientos que se incluyen en la seguridad social y entonces fue cuando decidimos buscar una clínica privada.

Buscando por internet encontramos el Centro Gutenberg y por las buenas referencias decidimos ir allí. Cogimos nuestra primera cita allí. El trato fue espléndido, nos hicieron una revisión general y nos informaron de los distintos tratamientos que hay para poder ser mamás.

También nos informaron que debíamos estar casadas (temas protocolares de este gobierno) para poder ser mamás y no tener problemas a la hora de inscribir al bebé. Así que no empezamos el tratamiento. Queríamos hacer las cosas bien.

Nos casamos en 2019, un paso importante en nuestras vidas y una declaración de amor del bueno, todo un sueño en común.

Ese mismo año, en septiembre, decidimos empezar la reproducción asistida.

Cómo Solucionar la Endometriosis

Antes de empezar con el tratamiento, el Doctor Álvarez me indicó varias pruebas para ver cómo iba el avance de la endometriosis. Tras obtener todos los resultados decidimos intentar hacer una inseminación artificial (Precios de inseminación artificial). Tras 3 intentos fallidos, la frustración se adueña de tu cuerpo y te invade la tristeza, pero teníamos claro que la dichosa enfermedad no nos iba a hundir, así que decidimos intentar la fecundación in vitro.

En pleno proceso de la estimulación ovárica:  pastillas anticonceptivas, pinchazos en la barriga, miedos e incertidumbre saltó la pandemia mundial. Tuvimos un poco de mala suerte, la verdad, pero en la clínica no nos dejaron ni un minuto, y aunque ya estábamos en pleno confinamiento se pudo hacer la extracción de óvulos (punción ovárica, qué es la punción ovárica) de manera exitosa.  Al estar suspendidas todas las transferencias embrionarias a nivel nacional, tuvieron que criopreservar los embriones de calidad A y B hasta que se calmaran un poco las cosas.

En ese momento, algo se te despierta dentro, cuando te dicen que todo ha salido bien, que ya teníamos embriones, fue como una explosión de felicidad y alivio, pues sabíamos que ahora sí, todo iría bien.

En junio, tras reabrir las puertas,  pudieron hacernos la transferencia embrionaria. Ese momento es mágico, inolvidable y súper emocionante, sólo lo supera ver como a los pocos días (que se hacen larguísimos) se marca en un test de embarazo dos rayitas llenas de felicidad.  Después de esto no hay cosa igual como ver nacer a tu hijo, ponerle cara y que se te llene la vida de amor, un amor inigualable, incondicional y pleno.

Nuestro consejo es que la tranquilidad siempre os invada, que es muy importante tener la cabeza serena y dar pasos firmes, cuando estáis convencid@s no hay nada que supere ese sentimiento de YO PUEDO, YO QUIERO, YO MEREZCO.

Es normal sentir miedo e incertidumbre, pero dejaros aconsejar por el maravilloso equipo Gutenberg, ellos saben lo que hacer en todo momento.

Pero, sobre todo, sed felices, porque vais a convertiros en una familia en cualquier momento y creednos, no hay cosa igual.

¿Te ha gustado esta historia? ¡Soñamos con poder contar la tuya! Y para eso tenemos que empezar desde el principio. Pide tu cita gratuita con nosotros y hagamos realidad tu proyecto.

Desde este blog compartimos contigo las últimas noticias de nuestra Unidad, consejos, recomendaciones e ideas en torno a la fertilidad.

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