Hace 25 años que el doctor Manuel Martínez Moya, junto a Guillermina Muriel Sauco, inició una aventura más motivada por la ilusión y la entrega que por las posibilidades del momento: ayudar a conseguir la gestación a parejas con problemas de fertilidad.
Hoy, la Unidad de Reproducción Centro Gutenberg es, sin duda, el centro de referencia en Málaga, pues no en vano destaca por haber llevado a cabo la primera Fecundación in Vitro con éxito allá por el año 1989.
P. ¿Qué ha cambiado en estos 25 años de trabajo en el ámbito de la reproducción asistida?
R. Yo diría que han cambiado muchas cosas… Lo primero, y quizá más importante, el perfil de las parejas usuarias de estas técnicas: cada vez son parejas de mayor edad femenina, sobre todo por la importancia que la edad materna supone para el éxito de las técnicas de reproducción asistida. La mujer pospone su maternidad cada vez más.
En segundo lugar, el avance científico de todos estos procedimientos, que ha aumentado tanto su seguridad como sus tasas de éxito.
En tercer lugar, la comodidad de los nuevos protocolos de estimulación y desarrollo embrionario, tanto para los profesionales de la reproducción como para los pacientes. Cuando comenzábamos teníamos que testar los medios de cultivo utilizados en animales de investigación. Hoy, los medios vienen testados y dispuestos para usar directamente.
Todo ello ha permitido que, desde el año 83-84 en que comencé a moverme en este terreno, haya sido posible no sólo el nacimiento de nuestra primera niña en el 89, sino también el de su hija en el 2012 (embarazo espontáneo, parto espontáneo y niña normal), con lo cual podríamos decir que ya somos abuelos. Esto me llena de satisfacción y justifica todo el esfuerzo de nuestra Unidad a lo largo de estos años.
P. La URE Gutenberg es pionera en cuanto a innovación y vanguardia, ¿qué destaca de sus últimos avances?
R. En este sentido, creo que cumplimos con creces los retos de innovación que nuestra especialidad ha ido requiriendo con el paso del tiempo, y con aquellas técnicas, cursos y formación de los profesionales de la Unidad para el desarrollo de técnicas probadas en cuanto a efectividad, etc.
Con ello quiero manifestar que comenzamos a hacer ICSI, Diagnóstico Genético Preimplantacional, Banco de semen, Programa de Donación de Ovocitos, Preservación de la fertilidad (congelación, vitrificación) de Ovocitos y, por último, el EmbryoScope, a medida que dichas técnicas fueron demostrando su eficacia en la consecución de embarazos.
Por supuesto, todo lo anterior no hubiera sido posible sin el esfuerzo y dedicación de todos los que trabajan y han trabajado en la Unidad a lo largo de estos años, a los que agradezco su buen hacer en la consecución de estos logros.
