La existencia de una función tiroidea adecuada es un factor capital en la concepción y mantenimiento del embarazo, así como en el desarrollo cognitivo fetal. En los últimos tiempos las sociedades científicas han insistido sobre este necesidad y establecido una serie de recomendaciones importantes .
En primer lugar, se ha considerado prioritario un adecuado aporte de yodo en la mujer gestante y de forma ideal, ya desde época preconcepcional. Este aporte se ha cifrado en 250 microgramos /dia (tres raciones de leche y derivados lácteos + 2 gr sal yodada). Si no se cubren estos requerimientos con la dieta, debe administrarse suplementos farmacológicos de yodo(150-200 microgramos).
El otro punto importante ha sido la instauración en los controles de gestación del screening para el despistaje precoz del hipotiroidismo clínico. Dicho screening consiste en la determinación precoz de la hormona estimulante del tiroides (TSH). Es importante que se realice antes de la semana 10, pues la instauración de terapia con hormona tiroidea previa a este momento, evitará el deterioro que sobre el desarrollo mental del feto, ejerce el hipotiroidismo. El retraso en el inicio del tratamiento limita enormemente su eficacia.
De todo esto se deduce la enorme importancia de valorar, de forma preconcepcional, la función tiroidea y su corrección en caso necesario. Y en este punto, el especialista en fertilidad debe asumir una actitud activa y vigilante. La determinación de TSH, así como un adecuado consejo dietético, debe formar parte habitual del manejo de toda mujer que consulta por esterilidad y previo a cualquier tratamiento de reproducción